Desaparecido es una choza
camboya

En una choza improvisada, cuatro niños esperan mientras sus familias los buscan.

escrito por sok phay

Una choza que alberga a cuatro niños indígenas en el distrito de Ochum, provincia de Ratanakiri, me recuerda los riesgos de la trata de personas, de niños perdidos y de desapariciones cuando los niños emigran de comunidades remotas a pueblos provinciales o ciudades en Camboya, o cruzan la frontera a otros países en el Sudeste Asiático y más allá. 

En estas comunidades, existe la tradición del matrimonio infantil que obliga a estos niños a empezar a participar en actividades sexuales desde una temprana edad. Además, los niños que viven en comunidades indígenas remotas enfrentan retos en sus vidas diarias y son los más vulnerables debido a la falta de alimentos, la desnutrición y la falta de acceso a la educación, atención familiar y sistemas de protección social. 

Menores encuentran refugio en una chabola en Ratanakiri, en el noreste de Camboya. 

Sok Phay Sean es activista y director ejecutivo de una línea de asistencia telefónica que presta ayuda a más de 4 500 niños en Camboya. Aboga en asuntos desde la violencia doméstica hasta el tráfico de niños.

Desaparecido es una tumbA
filipinas

Miles de personas han sido asesinadas o raptadas. La mayoría todavía no han sido identificadas. 

escrito por rafael lerma

En mayo de 2016, Rodrigo Duterte, entonces alcalde de la ciudad de Dávao, ganó una victoria aplastante en las elecciones presidenciales en Filipinas tras una campaña centrada en la erradicación de las drogas en el país, un objetivo que, según mantenía él, se debe lograr aunque las autoridades tengan que recurrir a la violencia. «Olvídense de las leyes de derechos humanos», declaró en su último acto electoral. «Si llego a ocupar el palacio presidencial, haré lo mismo que hice como alcalde [de Dávao]. Ustedes, narcotraficantes, inútiles, es mejor que se vayan. Porque yo los mataría, los tiraría en la Bahía de Manila para engordar a los peces». Desde entonces, una oleada de asesinatos ha envuelto al país.

Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, datos gubernamentales sugieren que, desde julio de 2016, 8 663 personas han sido asesinadas, aunque otros cálculos son mucho más altos, incluso el triple de ese número. Esta cifra incluye a los asesinados por pistoleros no identificados y justicieros. 

A algunas de estas víctimas se las encuentran muertas y envueltas en plástico, tiradas al río, en callejones oscuros o lotes vacíos, y en provincias distintas de donde fueron raptadas o vistas por última vez. Es común que pasen días, semanas, incluso meses hasta que sus familias se enteren, y suele ser después de visitar docenas de estaciones de policía y funerarias. Algunos solamente descubren la muerte de un ser querido en las noticias o las redes sociales. Otros no pueden cubrir el costo necesario para encontrar a un pariente desaparecido.  

Muchas víctimas son enterradas en fosas comunes, y el gobierno ofrece muy poca ayuda para identificar a los cuerpos no reclamados. Para sus familias, siempre estarán perdidos. 

Cuatro años tras el comienzo de la guerra contra las drogas, la atención del público está centrada en ejecuciones extrajudiciales y justicieros no identificados. Las desapariciones, una de las más crueles violaciones de los derechos humanos, son eclipsadas. Las víctimas de las desapariciones frecuentemente son raptadas, a merced de sus captores. Sin pruebas, sus familias enfrentan dificultades al recurrir a las autoridades y se quedan con lo desconocido, el duelo sin resolver.

Según Families of Victims of Involuntary Disappearances, una ONG que ha estado documentando casos de desapariciones forzadas desde 1983, hay 43 registros de desapariciones relacionadas con la guerra contra las drogas de Duterte, de los cuales 25 han sido documentados. Sin embargo, muchos casos no se denuncian. Sin investigaciones rigurosas sobre estos asesinos y desapariciones, una cultura de violencia e impunidad persiste en Filipinas. 

Manila, Filipinas. Muchas víctimas de la «guerra contra las drogas» del país son enterradas en fosas comunes. 

Rafael Lerma es fotoperiodista y fotógrafo documental independiente radicado en Manila, Filipinas. Su trabajo busca capturar los efectos de la guerra contra las drogas en el país.  

La imposibilidad
del desaparecido
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Graciela ha recorrido más de 300 ejidos en el noreste del país buscando a su hija Mily. En una de esas búsquedas encontró un rancho y en uno de los cuartos había ropa sucia de mujer y hombre, y botellas vacías.  

«Desaparecido es una choza»
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¿Qué sucede con los desaparecidos en ese espacio que para nosotros es un vacío, una incógnita, hasta que alguien, como Graciela, nos lo presenta, lo hace evidente?

GRACIELA,
mamá de Milynali

Sientes esa presencia extraña de que algo pasó aquí, se te eriza la piel y entras a buscar y encuentras: cinta canela, amarres, casquillos… y terminas encontrando un cuchillo, veladoras de la santa muerte, un resto… Cuando te vas topando con un montón de campamentos de secuestrados, con evidencia de que ahí estuvieron, donde desmantelan autos, ropa… te das cuenta de qué es lo que está ocurriendo…

No puedes negar que pudieron haber estado por ahí, y si aparte de esto te encuentras fosas clandestinas, restos óseos calcinados, tambos incineradores, movimientos de tierra extraños, huesos, pedazos, puedes imaginarte lo que pudo haberles ocurrido. … Yo preferiría que mi hija no estuviera viva para que no estuviera viviendo todo lo que he visto. Preferiría encontrarla en una fosa clandestina o en una fosa común porque este terror no se lo deseo a nadie.

No puedes negar que pudieron haber estado por ahí, y si aparte de esto te encuentras fosas clandestinas, restos óseos calcinados, tambos incineradores, movimientos de tierra extraños, huesos, pedazos, puedes imaginarte lo que pudo haberles ocurrido. … Yo preferiría que mi hija no estuviera viva para que no estuviera viviendo todo lo que he visto. Preferiría encontrarla en una fosa clandestina o en una fosa común porque este terror no se lo deseo a nadie.

MIRNA MEDINA,
mamá de Roberto

Igual hasta ellos mismos pudieron cavar la fosa en la que los pusieron, la mayoría de nosotros pensamos que ellos mismos las hacen. Haces como una película: llegas al lugar… la persona que se los lleva camina 10, 15 metros, no camina más. (…) La persona llega y hace que la persona excave su tumba y lo asesina ahí. Te digo porque están los casquillos, o sea hay mucha evidencia de que pudieron ser ahí ejecutados.

Cuando los ves con las esposas puestas, con la boca con cinta canela, con los balazos en el cráneo, los ojitos tapados, o los hemos encontrado tapados con las mismas camisas de ellos, tapada la cabeza, el último cuerpo que encontramos hace 15 días estaba... le pusieron una bolsa, una bolsa de un partido político en la cabeza.

Cuando los ves con las esposas puestas, con la boca con cinta canela, con los balazos en el cráneo, los ojitos tapados, o los hemos encontrado tapados con las mismas camisas de ellos, tapada la cabeza, el último cuerpo que encontramos hace 15 días estaba... le pusieron una bolsa, una bolsa de un partido político en la cabeza.

La imposibilidad
del registro

México tiene una superficie de casi dos millones de  kilómetros cuadrados; es el decimotercer país más extenso del mundo y el tercero más grande de América Latina. Su relieve es accidentado y es recorrido por las sierras Madre Occidental y Oriental, que son una prolongación de las Montañas Rocosas. Su parte norte es árida y desértica. Al sur tiene serranías fértiles y numerosos valles de tierra fría o templada propicias para la agricultura. Su territorio está dividido en 32 entidades federativas.

Desde el año 2006 al 2019 se han encontrado 3 631 fosas clandestinas en México, según el registro gubernamental dado a conocer a inicios del 2020. En el último año, se han exhumado los cuerpos de
1 124 personas. Cada ocho horas un cuerpo es recuperado de los entierros clandestinos. 

Desde el año 2006 al 2019 se han encontrado 3 631 fosas clandestinas en México, según el registro gubernamental dado a conocer a inicios del 2020. En el último año, se han exhumado los cuerpos de
1 124 personas. Cada ocho horas un cuerpo es recuperado de los entierros clandestinos. 

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AGUASCALIENTES

Mediante un cateo llevado a cabo en una finca abandonada, agentes ministeriales localizaron un cadáver enterrado de manera clandestina. Meses antes, en ese lugar se había encontrado otro cadáver en el patio trasero a una profundidad de poco más de un metro. 

Somos un país que se ofrece como tumba.

En todos los territorios políticos de este país se han encontrado entierros clandestinos de personas. Este registro hemerográfico, realizado con la urgencia del día, con la urgencia de denunciar, de decir lo que sucedió, es un intento de dimensionar ese horror.

«Desaparecido es una tumbA»
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